sábado, 6 de junio de 2020

Los Juegos y Diversiones en el Barrio


La muchachada del barrio nos divertíamos y disfrutamos sanamente dándole rienda suelta a la creatividad inventando y creando los juguetes que nuestros padres no estaban en condiciones de adquirir, para ello cualquier desecho de madera ,latas, cauchos y rines de carro y de bicicleta, palos de escoba o cualquier envase o material de desecho lo 
transformamos en un juguete.
Así al caer la tarde y después de haber cumplido con en ir a la escuela, hacer nuestras tareas y ayudar en los oficios o tareas del hogar las calles del barrio cada una se transformaba en un campo de juego
 Juego de pelota.
 Se jugaba con pelotas de goma o simplemente hechas de trapo y un pedazo de tabla adoptaba la forma de bate mientras que un pote aplastado o la tapa de una lata de leche servían de bases, cuando algunos de los muchachos del barrio conseguía de cualquier forma una pelota de béisbol, un bate y un guante que lo hacíamos de lona tenia prioridad en escoger los mejores para su equipo y jugar la posición que el escogiera y si no le gustaba una  jugada amenazaba con llevarse sus macundales.
 Juego de bolitas (metras)
 Se formaban partidas de bolitas donde se jugaba a ganar metras  y tratar de ruchar al contrario a través del panbichito, la hueca, gomito, Pichi y hueca y otros juegos que nos permitieran aumentar nuestras existencias las cuales almacenábamos en botellas, pimpinas o cualquier lata, así cuando algunos de los jugadores quedaba RUCHO le vendíamos un número determinado por una locha
 Para esa época las cajitas de fósforos  salían con una variedad de estampados en series con diversos motivos y colecciones, a esta caja le recortábamos la parte superior y quedaba una estampita que  coleccionábamos y la usábamos como pago al jugar cualquiera de los juegos con las bolitas o cualquier otro juego como los juegos de carta veintiuno, treinta y uno, ajiley, guerra, carga la burra, lotería o pared que era dejarla caer desde cierta altura pegada a la pared y de acuerdo como cayera y hubieses apostado ganabas (como un cara o sello).
 La lotería:
 Se jugaba con dos juegos de cartas, un juego de carta casi siempre ya muy usado  se seleccionaban grupos mezclados de tres cartas  distintas  las cuales se pegaban a un cartón y cada quien agarraba uno los cartones que pudiese jugar y se abonaba con la cantidad determinada por cartón que se hubiese determinado para el juego, se jugaban,  centavos  o cobre,  una locha, caramelos, estampas de las cajas de fósforos, bolitas  y hasta con chapas o tapas de refrescos y  consistía en acertar las tres carta contenidas en el cartón  jugado con las cartas cantadas extraídas del otro mazo de cartas  por la persona encargada de cantarlas.
 Los más pequeños o que no eran aceptados en los juegos de pelota bolita o lotería tomaban la calle rodando un caucho con un palo, o rin de bicicleta al que se le había desprovisto de los rayos y con un gancho era rodado por el medio de la calle haciendo apuestas, otros rodaban un carro elaborado con una lata de leche a la que se llenaba de tierra y se le atravesaba un alambre como eje a través del fondo y las tapa, se empalmaba y se colocaba una cabuya para halarlo, había quienes los hacían dobles y triples de esta forma le decíamos gandolas
 Los Bandidos o Policías y Ladrones.
 A pesar de jugarlo con pistolas, fusiles, escopetas  o espadas  hechas con pedazos de maderas, latas o palos de escobas como caballo, eran juegos sanos, se disparaba con la boca y se reclamaba si no caías muerto amenazando con no seguir jugando, o con no escogerte para el próximo juego porque hacías trampa, Estos juegos era inspirado por las series de televisión transmitidas para entonces como: El Llanero Solitario con su inseparable amigo Toro, Bat,  Masterson, Ivanhoe, patrulla de camino, Roy Roger, El Cisco Kid  y tantas otras series que marcaron nuestra infancia. Otros de los juegos practicados  eran: El escondido, Librada, el fusilado, palito mantequillero,
El trompo.
Se jugaba con trompos normales comprados en el comercio pero eran más común los elaborados por algunos personajes del barrio quienes se habían especializados en la fabricación de los mismos utilizando para ello la madera del Yabo (árbol de madera resistente de la región) en la época de semana santa era donde más se jugaba tropo y se realizaban apuestas y picas con tropos de aguantes y hachitas (punta achatada o aplastada y afilada tipo hacha para las Mapolas).
El juego se realizaba entre varios participantes quienes dibujaban un círculo en el piso u olla y se marcaban el centro, cada participante lanzaba su trompo tratando de dar en el centro, el que picara más cerca era el ganador o mano y el que haya picado más lejos el servidor quien colocará su trompo que será llevado a un punto determinado y traído nuevamente a la olla dando toques con el trompo recogido del piso bailando en las manos, durante el recorrido pueden ser varios los trompos que se acuesten o sirvan de aguantadores siendo el último en entrar en la olla el que reciba las mapolas acordadas de cada uno de los participantes
Las pirinolas:
Se compraban, e igual que los trompos las elaborábamos con picos de botellas y la mitad de un carrete de madera donde venía el hilo. Atravesándole el mango de un cepillo dental viejo redondeado y lijado utilizando cera de abejas para embutir el hilo o cordel en el pico de la botella.
También había quien utilizaba el aislante de porcelana de tamaño mediano que utilizaba Cadafe  en  las instalaciones en los postes, igual  el mango del cepillo o un palo redondeado atravesando el medio carrete de madera.
Los Volantines y ruletas:
Elaborados con carrizos, maguey o Cardón, papel verde de forrar los cuadernos  o papel blanco de envolver y almidón, se elaboraban los volantines tradicionales y también las llamadas ruletas a las que se les colocaba sonajero en el cabezal y a los lados s, una vez elaborados ya secos se colocaba y ajustaba el frenillo y la rabera donde llevaría el rabo o cola, muchas veces tejida a la que en ocasiones se le colocaba una hojilla al final para echar picas en el aire y tumbar o picar otro volantín, también se usaba un cordel o cabuya largo con un peso en uno de los extremos que se lanzaba para bajar los volantines que estaban elevados o que se enredaban en los cables al que llamábamos tarraya o atarraya.
El furruco (gurrufio):
Lo elaboramos con chapas o chapas de refrescos las cuales se aplastaban y se afilaban para echar picas.
Otros juegos ya más tranquilos que formaron parte de las diversiones en el barrio fueron el Triki (la vieja) ludo, o dama china para lo cual dibujábamos un tablero en cualquier pedazo de cartón cuadrado o con un pedazo de carbón, tiza o un pedazo de ladrillo lo dibujábamos en la acera una vez que estas aparecieron en el barrio.
Bueno y lo bueno de todos estos juegos era que eran practicado en la calle, o llano a pleno sol caliente con el pantalón arremangado (amarrado a la cintura) desnuo (desnudo) a la cinta arriba (sin camisa)
Por su parte las hembras también disfrutaban una variedad de juegos propios de las niñas, jugaban a las piedritas, Doña Ana, de enfermera, de mamá, a la víbora de la mar, el avión (pisé), saltar la cuerda y de vez en cuando nos aceptaban a jugar de papá y mamá.
Rafael Lara.

viernes, 5 de junio de 2020

Un día cualquiera en el Barrio

En el barrio como en cualquier otro barrio, de lunes a sábado  los días transcurren con las actividades propias de cada uno de sus habitantes.

Cuando la madrugada raudamente se acerca al amanecer, entre los cantos de gallos y el cacarear de gallinas inquietas que ansían la claridad del nuevo día para abandonar el árbol, la mata, el crují o cualquier palo atravesado que les sirvió como palo de gallinero durante la noche y el aroma del café que hierve ya en los fogones de las casa que se expande por todo el barrio se inicia el nuevo día

 Así comienza el ajetreo diario, señoras barriendo el frente de la casa o regando las matas sembradas en materos improvisados con latas de manteca, galleta de soda, potes de leche o una vieja olla de aluminio ahumada o deformada que se le sigue sacando provecho para este fin en lo que forma el pequeño jardín

Con la salida de los primeros rayos del sol comienza el movimiento por las calles del barrio, los señores vianda en mano a pie o en bicicleta se dirigen a su trabajo intercambiando saludos con los vecinos, dando o pidiendo la bendición a familiares.

Los niños y niñas aun somnolientos se dirigen a la escuelita del barrio o a hacer el mandado mañanero en cualquiera de las bodegas que las hay en casi todas las esquinas

También a esa hora es el movimiento en las pilas de agua repartidas en las calles del barrio, las personas se dirigen o regresan con sus latas o peroles para cargar el agua

Van apareciendo e incorporándose al ajetreo del barrio los distintos vendedores o pregoneros en bicicletas de repartos, carruchas carros de mula, o a pie con un Baque a la cabeza ofreciendo los distintos productos, frutas, verduras, leche, pan, pescado e intercambiando saludos y comentarios sobre la actualidad

Los pocos vecinos que han tenido la dicha de haber comprado un radio, desde muy temprano en la mañana lo encienden y sintonizan RADIO CORO  poniéndole el volumen alto para escucharlo desde afuera y compartir con los vecinos cercanos y transeúntes las noticias del día.
De haberse producido una noticia importante que impacte y más si ha sucedido en el barrio, alguno de los vecino manda a comprar el Diario La Mañana y se lo van pasando de vecino a vecinos para estar informado, las personas que no sabían leer, que eran muchas se valían de cualquier joven o el hijo de algún vecino para que se lo leyera, se
Se  formaban grupos de tertulia y opinión  sobre lo ocurrido no faltaban los que se iban personalmente al sitio a averiguar lo ocurrido a estos siempre los acompañaban un grupo de muchachos descalzos y desnudo a la cinta arriba (sin camisa) que compiten entre sí por llegar primero al sitio

Así transcurre la mañana  con comentarios entre vecinos, vendedores y transeúntes hasta  el inicio  del medio día  cuando nuevamente en las calle se dejan sentir los jóvenes que regresan del primer turno de la escuela y algunos padres que trabajan y regresan a almorzar, poco a poco las calles van quedando desoladas, el sol es inclemente en su paso buscando la tarde y en las casas después del almuerzo  las personas descansas en hamacas, chinchorros o tirados en el suelo siguiendo las novelas que eran trasmitidas por radio rumbos y retransmitidas por radio Punto Fijo a esa hora (Los Tres Villalobos, Martin Valiente, Kadil El Árabe, Tamakun y otras)para luego salir nuevamente a la escuela o el trabajo,

Por la tarde ya después de las cinco comienza nuevamente el regreso a casa de los estudiantes, señoras que regresan de alguna diligencia en el centro y los señores  que ya han cumplido con su trabajo, estos después de bañarse  y cenar  sacan una silla a la calle la recuestan a la pared  casi siempre en camisilla o sin camisa para tomar aire y esperar la llegada de la noche entre saludos a vecinos y transeúnte que se detienen a saludar y a conversar, a lo largo de la calle se ve la misma escena, las mujeres se van incorporando y aprovechan para adelantar el trabajo del día siguiente desgranando mazorcas de maíz, escogiendo los granos, pelando quinchoncho o tejiendo con su triangulo cortes de alpargata u otros oficios  o simplemente barriendo el frente de la casa y regándolo para apaciguar el polvo y el calor.

Así  llega la noche y los vecinos que tienen radio están pendientes de sintonizar y compartir El Diario del Aire de radio Coro con Gonzalo Márquez Yanes programa de noticias y opinión diariamente por Radio Coro con los acontecimientos y noticias del día

Los muchachos  y muchachas algunos haciendo tareas y los que ya la terminaron se van amontonando para disfrutar los juegos  propios del momento: escondidas, palito mantequillero, librada, los bandidos, carreras con rines o cualquier juego con un juguete fabricado con alguna lata o desechos de madera

Este es El Barrio Curazaito para las épocas de los años 50-60, en el que nací, crecí, compartí y disfrute felizmente mi infancia y adolescencia, donde la solidaridad que existía entre los habitantes  era lo más  importante, si alguien se enfermaba, sufría un accidente o fallecía, allí estaba todo el barrio aportando y colaborando en lo que le fuera posible para ayudar, Si una madre no tenía con quien dejar a sus hijos por diligencia o trabajo otra madre se los cuidaba y les daba de comer, si había una persona mayor que vivía sola los vecinos estaban pendiente de dale su vueltecita  y llevarle comida

A si la solidaridad era casi que una obligación entre los habitantes del barrio.

miércoles, 3 de junio de 2020

Las Calles y Casas del Barrio

Las Calles
 Eran calle sin pavimento ni aceras, cuando llovía estas se convertían en verdaderos lodazales y atolladeros a los pocos carros que las transitaban, en la gran mayoría era muy poco o no existía el alumbrado público, los habitantes se veían obligados a movilizarse improvisando pasadizo o abriendo camino con grandes piedras o cauchos viejos.

 No existía el servicio de agua por tubería a los hogares, el agua se cargaba en latas, ollas o cualquier envase desde las pilas o plumas de agua y se almacenaba en las casa en las famosas pipas, las bombas o pilas de agua estaban ubicadas en varios puntos en las distintas calles del barrio las más cercanas a las viviendas que ocupábamos en ese entonces era: la de la calle la verdad cruce con calle proyecto, una en la calle popular, la de la calle colon con Colombia y en la misma calle Colombia con lo que llamaban la batea que era la continuación de una quebrada que atravesaba varias calle del barrio hasta desembocar en la quebrada de coro, ya fuera de los límites del barrio existían otras pero estas eran las que utilizábamos.

En los primeros años de la década de los años 60, siendo gobernador del Estado Falcón el Doctor Pedro Luis Bracho Navarrete. se inicia la colocación de tuberías para llevar el agua a los hogares, al igual que la construcción del sistema de cloacas, ampliacion y pavimentación de las calles, construcción de las aceras y la mejora del sistema de alumbrado público en respuesta alas exigencias de los vecinos a través de las juntas pro-mejoras del barrio Curazaito que se reunían en los diferentes locales que para tal fin habían destinado algunos de sus integrantes siendo los más populares los de los señores Lino Velarde en la calle La Verdad y Antonio Cobis en la calle Colombia.

Las casa en el barrio

Las casa en su mayoría estaban construidas en bahareque o adobes, poco a poco fueron apareciendo o mejorando las existentes con los bloques de cementos, la construcción constaba generalmente de sala, una, dos, y tres habitaciones o cuarticos, una cocina y un zaguán  o corredor que casi siempre terminaba en un pretil que separaba la casa del solar con una reja, o puerta que evitaba la entrada de animales al interior de la casa.

Por la falta del servicio eléctrico se recurría a alumbrarse con velas o con lámparas de kerosén improvisadas con latas de malta que venían en forma de pimpina a las que se les colocaba una mecha tejida que se introducía en la lata cargada con el kerosén dejándole  un  pedazo que sobresalía para prenderla, estas lámparas aparte de ahumar las paredes hacían que las personas amanecieran con las fosas nasales impregnadas en carbón, en algunos hogares usaban las lámparas a Kerosén también pero un modelo comercial con un tanque y un control para subir y bajar la mecha y darle intensidad a la luz la que era protegida por un protector de vidrio que se hacía a un lado para encenderla y se podía sacar y lavar ya que se ahumaba mucho y opacaba la luz,en una que otra casa o en algunas bodegas usaban las lamparas a gasolina que alumbraban mas.

Las casa en su mayoría no tenían solares cerrados completamente, las divisiones o separación del terreno de una casa a otra lo separaba una empalizà, ramas de cujíes, algunas matas sembradas que improvisaban un pequeño corral, no contaban con alguna protección que les garantizara seguridad, en el espacio o terreno que le correspondía a la casa como el solar se ubicaba el baño y el escusado levantado con planchas de zinc, tablas o cualquier material que sirviera para improvisarlo posteriormente se empezaron a construir pozos sépticos y letrinas, cercano a este estaba la batea y la pipa de agua en la que se guardaba el agua cargada desde las pilas o plumas de agua dispuesta para el aseo personal y para el lavado y demás quehaceres diarios.

La cocina generalmente era un anexo o construcción amplia que daba hacia el solar con una  media pared hacia el zaguán que permitía entrar la claridad, la circulación  y la salida del humo, en la pared de los lados existían unas claraboyas o respiraderos con el mismo fin, en el interior parte de esta construcción la ocupaba una larga estructura de bahareque realizada sobre seis u ocho pequeños horcones sobre el que se armaba un emparrillado con largueros, maguey o cardón en el que se embutía terrones y barro que luego se remataba con pañote o torta de barro,  en el que una vez seco se colocaban tres piedras grandes llamadas disey o dicei formando así el fogón de la casa.

Cercano al fogón siempre se improvisaba alguna mesa o mueble para colocar los peroles o corotos de la cocina tales como ollas, potes de cocina, envase para el agua siempre dejando espacio para colocar  una perola para lavar la losa.

 También dentro de la cocina estaba el palo con la tabla del molino aunque en algunas casas este se encontraba en la parte de afuera, era un grueso tronco generalmente  de cují o yabo que terminaba en una pequeña horqueta a la que se le fijaba con clavos un  grueso recuadro de madera lo suficientemente ancho para que cupiese el molino y la batea para aparar la masa.

En las paredes o colgado al techo se colocaban algunos ganchos para colgar los implementos de la cocina, como el remillón, el carebe, las paletas de madera, totumas o algunas olla donde se guardaban alimentos fuera del alcance de los animales.

Otros implementos presentes en las cocina de la época eran: La piedra y la mano de moler utilizada mayormente para moler los aliños y algunos granos, el pote del aliño, las totumas en variadas formas y tamaños.

En casi todas las casas se improvisaban colgaderos de hamacas y chinchorros al largo de la sala y el zaguán colocando mecates (icos o hicos) en las latas que formaban la armadura del techo.

Rafael Lara.

lunes, 1 de junio de 2020

“Curazaito mis vivencias en el barrio” La Motivación

“Curazaito  mis vivencias en el barrio”

La Motivación

El último viaje que realice a Coro  fue en el mes de Abril del año 2014. Viaje en el que tuve la oportunidad de alargar un poco más el tiempo de mi estadía y así poder compartir directamente con familiares y amistades que a pesar de mis frecuentes visitas en años anteriores no había logrado realizar.

Esto me permitió un recorrido por las calles del barrio Curazaito, barrio en el que nací, me crie, crecí y compartí mi adolescencia con familiares, amigos y vecinos de la infancia bajo el sol inclemente de las tardes corianas, hacía mucho que por la poca disponibilidad  de tiempo en los viajes de años anteriores no me permitía lograr este cometido

Fue un recorrido nostálgico y apesadumbrado donde pude apreciar como si con el transcurrir y paso del tiempo este se hubiese  detenido en mutuo acuerdo con las autoridades y entes gubernamentales que se han repartido el poder en los últimos años para frenarle el paso al progreso y negarle, el bienestar y calidad de vida a sus habitantes.

El barrio muestra su peor cara, Calles abandonadas, aceras rotas, monte, basura, casas aun de bahareque cayéndose o en completa ruina salvo unas que otras casas con algunas transformaciones, otras han desaparecidos o están por desaparecer por el abandono en que se encuentran, la imagen del barrio de mis andanzas aquel que deje a inicio del año 1967 en donde las calles fueron ampliadas, pavimentadas, dotadas de sus aceras y concluido el alumbrado Público con instalación y colocación de medidores a los hogares que a la vez dieron acceso a las neveras, planchas, radio, la televisión y otros artefactos que facilitaban y aliviaban las labores propias del hogar.

Con la entrada en servicio el recién concluido sistema de agua potable directo desde la represa El Isiro, se eliminaron las plumas o bombas de agua existentes en diferentes puntos de las calles del barrio así como también la incorporación de las viviendas al recién creado sistema de cloacas que sustituía los escusados, pozos sépticos y letrinas.

Fueron tantas las obras y mejoras que se lograron para la época a través de “La Junta Pro-mejoras del Barrio Curazaito” y que hoy en este recorrido he visto como el barrio luce en total deterioro y abandono y como lamentablemente todo ese avance y progreso se quedó allí.

Pero a pesar de todo lo percibido, la imagen que en mi perdura sigue siendo la del barrio de mis andanzas, en algún lugar de mi mente permanecen intactos los recuerdos de las correrías en sus calles, las travesuras propias de muchachos, los escondites utilizados en varias tandas del juego de los Bandidos, de librada, o las paredes como paredon utilizadas en el juego del fusilado, las latas apachurradas que utilizábamos como base en un juego con pelotica de goma o improvisada,  juegos de metras  pan bichito, gomito o hueca con el reguleo incluido y la de toda una tarde desnudo a la cinta arriba (sin camisa)elevando un volantín o tratando de tumbar con una tarraya otro que nos llamaba la atención, o el que se nos había enredado en los cables del alumbrado, y como olvidar los papelitos o cartas de amor a la vecinita que queríamos enamorar o ya más creciditos pendiente de la vecina de más edad luciendo su  uniforme muy orgullosa sus dos, tres o más  rayas blanca que portaba en el ruedo de la falda de su uniforme azul del liceo cuando regresaba de clases y queríamos llamar su atención y tratar de conquistar, o de la fiestecitas familiares por algún evento especial que se celebraban generalmente los días sábados  en alguna casa de familia y donde queríamos estar presente

Un viaje a través del tiempo donde cada calle, cada esquina, cada casa, me remontaba a sus recuerdos: las bodegas, los bares, los vecinos solidarios, los averiguadores, los gruñones, los que gozaban de popularidad  por su profesión, ocupación u oficio en las que se desenvolvían y la que les permitía el sustento diario y los recursos que garantizaban  la crianza y educación de los hijos y la de levantar y formar una familia honesta y respetada.

Este recorrido me traslado a mi niñez, adolescencia y juventud y me motivo a rescatar de mi mente, recopilar y compartir estos recuerdos, así como recordar a los personajes sus historias anécdotas costumbres y vivencias del barrio y algunas reminiscencias de Coro la ciudad que se nos fue con el fin de que no se pierdan con el paso del tiempo y así las nuevas  generaciones conozcan parte del pasado del barrio que no conocieron  

Gracias le doy a Nuestro Padre Creador por permitírmelo




Límites del Barrio
A inicio de la década de los años 50 los límites del barrio Curazaito eran los siguientes:                                                                                    
Por el norte la calle nueva,
Por el sur la calle El Progreso.
Por  el este la calle colon.
Por el oeste la calle Proyecto hasta la calle Democracia.
Ya para esta fecha El barrio mostraba un rápido crecimiento extendiéndose hacia la parte sur y más hacia el oeste con la construcción de viviendas en las calles El Milagro y  La Isla  donde se inició una acelerada construcción de viviendas avanzando y sobrepasando rápidamente  la quebrada de Coro y poblando lo que eran cujisales cardones y tunas  y en donde  funcionaba el botadero de basura y una vieja chivera hoy es la urbanización Cruz verde y el barrio cruz verde
Hacia el sur también se notaba la expansión del barrio, después de la calle El progreso hacia lo que hoy es Av. Santa Rosa existían unas tres casas de familias y en lo que hoy es la Av. El Tenis, también solo existían tres casas pertenecientes al Señor Anselmo y familia, la de la señora Ismaela y su hijo Pedro (Pedro el de Ismaela) y la del señor Dámaso Zarraga  y familia quien posteriormente se muda a la calle la verdad estas seis casa se encontraban distanciadas entre sí una de la otra a partir de allí lo demás era Cardones, tunas y cujíes hasta la Falcón Zulia.

En los primeros años de la década de los años sesenta el crecimiento del barrio fue más acelerado en toda su extensión motivado a los desplazamientos de familias enteras que desde distintos caseríos y pueblos de la sierra coriana llegaban a Coro en busca de tranquilidad y seguridad huyendo de los grupos guerrilleros que se habían asentado en la región. 

Rafael Lara
lararaf@gmail.com
Limites aproximados para la epoca adaptados a un plano moderno,solo como referencia, ya en ese entonces el barrio crecia hacia la quebrada de Coro dentro de los limites norte-sur


  ¡Feliz Navidad! Gracias a una reciente conversación que sostuve vía telefónica con un amigo coterráneo tocamos el tema de Coro, sus cost...