Las Calles y Casas del Barrio
Las Calles
Eran calle sin pavimento ni aceras, cuando
llovía estas se convertían en verdaderos lodazales y atolladeros a los pocos
carros que las transitaban, en la gran mayoría era muy poco o no existía el
alumbrado público, los habitantes se veían obligados a movilizarse improvisando
pasadizo o abriendo camino con grandes piedras o cauchos viejos.
No
existía el servicio de agua por tubería a los hogares, el agua se cargaba en
latas, ollas o cualquier envase desde las pilas o plumas de agua y se almacenaba en las casa en las
famosas pipas, las bombas o pilas de agua estaban ubicadas en varios puntos en
las distintas calles del barrio las más cercanas a las viviendas que ocupábamos
en ese entonces era: la de la calle la verdad cruce con calle
proyecto, una en la calle popular, la de la calle colon con Colombia y en la
misma calle Colombia con lo que llamaban la batea que era la continuación de una
quebrada que atravesaba varias calle del barrio hasta desembocar en la quebrada
de coro, ya fuera de los límites del barrio existían otras pero estas eran las
que utilizábamos.
En los primeros años de la década de los
años 60, siendo gobernador del Estado Falcón el Doctor Pedro Luis Bracho Navarrete.
se inicia la colocación de tuberías para llevar el agua a los hogares, al igual
que la construcción del sistema de cloacas, ampliacion y pavimentación de las calles, construcción
de las aceras y la mejora del sistema de alumbrado público en respuesta alas exigencias
de los vecinos a través de las juntas pro-mejoras del barrio Curazaito que se reunían
en los diferentes locales que para tal fin habían destinado algunos de sus
integrantes siendo los más populares los de los señores Lino Velarde en la
calle La Verdad y Antonio Cobis en la calle Colombia.
Las casa en el barrio
Las casa en su mayoría estaban
construidas en bahareque o adobes, poco a poco fueron apareciendo o mejorando
las existentes con los bloques de cementos, la construcción constaba
generalmente de sala, una, dos, y tres habitaciones o cuarticos, una cocina y
un zaguán o corredor que casi siempre
terminaba en un pretil que separaba la casa del solar con una reja, o puerta que
evitaba la entrada de animales al interior de la casa.
Por la falta del servicio eléctrico se
recurría a alumbrarse con velas o con lámparas de kerosén improvisadas con
latas de malta que venían en forma de pimpina a las que se les colocaba una
mecha tejida que se introducía en la lata cargada con el kerosén dejándole un
pedazo que sobresalía para prenderla, estas lámparas aparte de ahumar las paredes hacían que las personas
amanecieran con las fosas nasales impregnadas en carbón, en algunos hogares usaban
las lámparas a Kerosén también pero un modelo comercial con un tanque y un
control para subir y bajar la mecha y darle intensidad a la luz la que era
protegida por un protector de vidrio que se hacía a un lado para encenderla y
se podía sacar y lavar ya que se ahumaba mucho y opacaba la luz,en una que otra casa o en algunas bodegas usaban las lamparas a gasolina que alumbraban mas.
Las casa en su mayoría no tenían solares
cerrados completamente, las divisiones o separación del terreno de una casa a
otra lo separaba una empalizà, ramas de cujíes, algunas matas sembradas que
improvisaban un pequeño corral, no contaban con alguna protección que les
garantizara seguridad, en el espacio o terreno que le correspondía a la casa como el solar se
ubicaba el baño y el escusado levantado con planchas de zinc, tablas o
cualquier material que sirviera para improvisarlo posteriormente se empezaron a
construir pozos sépticos y letrinas, cercano a este estaba la batea y la pipa
de agua en la que se guardaba el agua cargada desde las pilas o plumas de agua
dispuesta para el aseo personal y para el lavado y demás quehaceres diarios.
La cocina generalmente era un anexo o
construcción amplia que daba hacia el solar con una media pared hacia el zaguán que permitía
entrar la claridad, la circulación y la
salida del humo, en la pared de los lados existían unas claraboyas o
respiraderos con el mismo fin, en el interior parte de esta construcción la
ocupaba una larga estructura de bahareque realizada sobre seis u ocho pequeños
horcones sobre el que se armaba un emparrillado con largueros, maguey o cardón
en el que se embutía terrones y barro que luego se remataba con pañote o torta
de barro, en el que una vez seco se
colocaban tres piedras grandes llamadas disey o dicei formando así el fogón de
la casa.
Cercano al fogón siempre se improvisaba
alguna mesa o mueble para colocar los peroles o corotos de la cocina tales como
ollas, potes de cocina, envase para el agua siempre dejando espacio para
colocar una perola para lavar la losa.
También dentro de la cocina estaba el palo con
la tabla del molino aunque en algunas casas este se encontraba en la parte de
afuera, era un grueso tronco generalmente
de cují o yabo que terminaba en una pequeña horqueta a la que se le
fijaba con clavos un grueso recuadro de
madera lo suficientemente ancho para que cupiese el molino y la batea para
aparar la masa.
En las paredes o colgado al techo se
colocaban algunos ganchos para colgar los implementos de la cocina, como el
remillón, el carebe, las paletas de madera, totumas o algunas olla donde se guardaban
alimentos fuera del alcance de los animales.
Otros implementos presentes en las
cocina de la época eran: La piedra y la mano de moler utilizada mayormente para
moler los aliños y algunos granos, el pote del aliño, las totumas en variadas
formas y tamaños.
En casi todas las casas se improvisaban
colgaderos de hamacas y chinchorros al largo de la sala y el zaguán colocando mecates
(icos o hicos) en las latas que formaban la armadura del techo.
Rafael Lara.
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