Quiero dedicar este pequeño homenaje a las abnegadas
madres y abuelas de épocas pasadas que se desempeñaban en diferentes tareas además de los quehaceres propios del hogar, como cocinar, limpiar, lavar y planchar la ropa de cada uno de los miembros de la familia entre otros tantos quehaceres y oficios que a la vez hicieron de estos oficios un
generador del sustento diario y el apoyo a la economía del hogar, asi como la crianza y educación de
hijos y nietos.
En próximas entregas traeré al presente los recuerdos de algunas de las más populares en el desempeño de su oficio el barrio sin que esto signifique que era la única pero que en ellas queden representadas cada una de esas mujeres luchadoras y guerreras que a través del desempeño de su oficio se desvelaron por mantener un respetado hogar y forjar el futuro y bienestar de su familia
Las Lavanderas:
Fueron muchas las madres del barrio que se dedicaban a la actividad de lavado y planchado de ropa como medio de subsistir a pesar no contar con facilidades, como la electricidad, ni de disponer de una acometida de agua directa a la casa, el agua se cargaba en latas y tobos desde algunas de las plumas de agua ubicadas en diferentes sitios en el barrio, el lavado se realizaba en bateas de madera inicialmente y luego en bateas de concreto antes la imposibilidad de adquirir una lavadora de rodillos (Las Chaca-Chaca) y utilizando artilugios improvisados como huesos,piedras y cepillos como ayuda para despercudir la ropa(generalmente ropa gruesas o telas de Kaki, Lino o popelinas)que una vez despercudida enjuagada y almidonada se procedía al tendido en largas cuerdas a pleno sol para luego ser planchada.
En próximas entregas traeré al presente los recuerdos de algunas de las más populares en el desempeño de su oficio el barrio sin que esto signifique que era la única pero que en ellas queden representadas cada una de esas mujeres luchadoras y guerreras que a través del desempeño de su oficio se desvelaron por mantener un respetado hogar y forjar el futuro y bienestar de su familia
Las Lavanderas:
Fueron muchas las madres del barrio que se dedicaban a la actividad de lavado y planchado de ropa como medio de subsistir a pesar no contar con facilidades, como la electricidad, ni de disponer de una acometida de agua directa a la casa, el agua se cargaba en latas y tobos desde algunas de las plumas de agua ubicadas en diferentes sitios en el barrio, el lavado se realizaba en bateas de madera inicialmente y luego en bateas de concreto antes la imposibilidad de adquirir una lavadora de rodillos (Las Chaca-Chaca) y utilizando artilugios improvisados como huesos,piedras y cepillos como ayuda para despercudir la ropa(generalmente ropa gruesas o telas de Kaki, Lino o popelinas)que una vez despercudida enjuagada y almidonada se procedía al tendido en largas cuerdas a pleno sol para luego ser planchada.
A las camisas y otras prendas de color blanco al
almidonar se le añadía azulillo disuelto para conservar y resaltar la blancura
(no se usaba ni cloro ni lejía) para tal fin, la marca del azulillo si mal no
recuerdo era: Azulillo el Pajarito y la de los detergentes o jabón en polvo que
recuerdo: Lavasol, Ace y Fab.
El planchado se realizaba con planchas de hierros
calentadas en anafre o en fogón alternándose, mientras una estaba en uso otra
se calentaba, al retirarlas de la candela con una pequeña agarradera hecha de
tela se le pasaba sobre una almohadilla que internamente contiene esperma
para darle suavidad
y fácil deslizamiento.
Posteriormente fue la plancha a gasolina la que
sustituyó a las de hierro, pero resultaba un peligro si no se guardaban ciertas
precauciones en el uso ya que había que colocar la gasolina en un pequeño
tanque y con una pequeña bomba inyectarle aire, ya más adelante es la plancha eléctrica
la que llega a facilitarles el trabajo a estas señoras
Fueron muchas
las señoras en los distintos barrios de Coro que se dedicaban a lavar y a
planchar de forma comercial y por encargo, las que se especializaban en lavado
de uniformes de enfermeras, batas de medicos y uniformes militares.
Una de estas señoras en el barrio muy respetada y
apreciada entre los vecinos era la señora Ismaela, residenciada en una de las
tres casas que existían en lo que hoy es la Av. El tenis y en el terreno o
llano al frente donde se sitúa El Hospital Alfredo Van Grieken solo había cardones, tunas, verdolagas,
abrojos y cujizales, estos últimos eran utilizados por Ismaela para tender y
secar la ropa que a diario se le veía lavar bajo una mata de cují en el solar de su casa.
Además de lavar por encargo a personas del barrio
ella lavaba y planchaba los uniformes de los militares del Batallón Girardot del
cuartel de Coro por lo que por las
tardes se le veía planchar utilizando un anafre elaborado con latas de manteca donde
calentaba y alternaba las planchas de hierro.
Con esa ropa ya planchada y doblada, los días
viernes a medio día formaba un fardo que se montaba en la cabeza y recorría la
ruta vía las casitas hacia el cuartel a entregarla.
Los patiquines de la época lucían sus pantalones de
Lino Blanco, o de Kaki y camisas bien almidonadas y planchadas resaltando el
filo de las piernas de los pantalones planchados por Ismaela
Rafael Lara.
“Curazaito Mis Vivencias en el Barrio”
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