jueves, 25 de junio de 2020

Las Bodegas y Los Bodegueros del Barrio




En los años correspondiente a las décadas de los años 50-60  las bodegas existían en casi todas las esquinas del barrio y en una que otra casa a lo largo de cada una de las calles del barrio, estas detallaron los productos de uso diario, algunas tenían un anexo que por las noche y fines de semanas pasaba a ser parte de los bares del barrio,

Existían las nombradas ratoneras que eran unas bodegas más pequeñas, menos surtidas que  funcionaban en una área pequeña o anexo de las casa  y también  los kioscos o gaticos que eran  anexos  fabricados  al lado de la casa o en una esquina donde se vendían algunos productos de consumo diario, refrescos, empanadas, cambures, verduras  y  otros

Eran atendidas por sus dueño que casi siempre vivían en la misma casa en la que habían acondicionado una parte de la casa o construido un local anexo para ese fin, eran personas populares y apreciadas, aunque algunos eran señalados como gruñones, pichirres o de mal carácter siempre se ganaron el aprecio de los mayores y el respeto de los muchachos que éramos los que hacíamos los mandados.

Nos motivaban con una ñapa que consistía en un pedazo de panela, un caramelo, un cambur o un pedazo de queso y también los que se la ingeniaron y colocaban UN TATURO  que consistía en un envase de cartón, un vaso, o lata que colocaban en la pared con el nombre del muchacho y por cada locha que gastábamos en la bodega nos colocaban un grano de maíz o caraota que se iban acumulando hasta tener cierta cantidad que uno llevaba la cuenta y sabía cuándo pedir contar SU TATURO ya por cada 10 o 15 granos acumulados nos daban una locha, así mientras más tiempo dejabas el taturo acumulabas más dinero, de esa manera el bodeguero contaba con la lealtad y fidelidad de cada uno de los muchachos para incrementar las ventas en su bodega.

Se encontraba casi todo, sin tener que ir al centro o al mercado, unas más surtidas y más populares que otras por la calidad de los productos y víveres que despachaban, como el buen queso, los cambures,  plátanos, verduras, variedad de granos así como otras en las que se encontraban cosas específicas, como kerosén, leña, chivo salado, jurel salado, variedad de granos, manteca, escobas, alpargatas y hasta chinchorros y los coco para las personas que se encargaban de hacer las conserva de coco mancarrón, y el majarete, entre tantas cosas

También algunas eran rechazadas por la fama de tramposo del bodeguero con el peso, por carero, por desaseado o por pájaro bravo con las damas sobre todo con las jovencitas.

Los productos como la leche y la azúcar se  vendían detalladas por cucharadas igual que  el aceite y la manteca de cochino que eran detallados por medidas utilizando un envase doble hecho de lata con una medida pequeña por un lado que valía una locha y por el otro lado una medida que era el doble que valía medio por lo que había que llevar el frasco, el bodeguero  comercializaba el aceite en latas de 16 litros que mantenía en un rincón o debajo del mostrador de la que iba rellenando un litro para el detal con la ayuda de un embudo  

La leña siempre la tenían apilada fuera del negocio y uno pasaba a escogerla que no estuviera verde y que no tuviera nudos para poder rajarla fácilmente con el hacha, una raja de leña costaba una locha

Para el kerosén igualmente se llevaba el envase (un litro) y con embudo se llenaba de la pipa con un pote, cada litro costaba una locha

Los granos como las caraotas negras blancas o rojas, el quinchoncho, el frijol, maíz y la sal se vendían por kilos y medios kilos

El café se vendía por papeletas o sobres  pequeños, las marcas eran Café Maya, Imperial y Madrid, también los días de mercado se compraba en el mercado el café en grano ya tostado y que lo molían allí mismo, o el café que traían de la sierra que se tostaba y molía en casa.

La panela o el  papelón también eran detallados por pedazos desde una locha hasta, medio, un cuarto, media o una panela, para picar el bodeguero utilizaba un serrucho y la melcocha y retazos que quedaban los utilizaban para las ñapas.

El pan se vendía por unidades  de a locha cada una y los dulces como la paledonia, el mancarrón, la conserva de coco, el gofio, los peppermint y otros costaban una locha y eran colocados en bandejas, azafates o frascos Bocones  de vidrio sobre el mostrador

Los caramelos eran cinco por locha y uno con un  centavo o un cobre como también le decíamos comprabamos 2 caramelos

Las bodegas a pesar de que la mayoría tenían un nombre muy pocas eran nombradas como tal, se conocían o eran nombradas por el nombre del dueño o la dueña de los que recuerdo:

Bodega y Bar de Yuguri, Bodega de la señora Juana (Bodega Quiragua),La Bodeguita de la señora Carlina Ordoñez, La bodega de los Zarraga, La Bodega de Juancho, La Bodega de Juan Colina, La Bodeguita de Agustinita Velarde, La Bodeguita de Ana Jacinta Capiello, La Bodega de Eustaquio y la bodega de Cesar el pelón entre otras.

Más tarde montaron negocios más grandes, más surtidos que incluían carnicería , pescadería y quincallas, como los fueron: El abasto de la calle El Sur y Abasto y carnicería de Monche Caldera

En casi todas las bodegas existían objetos o artículos que eran comunes como los letreros de:     

Hoy no fio, Mañana si- Aquí murió el fiar, El que fiaba murió, saludos les déjò, El que fía no está salió a cobrar y el famoso cartel enmarcado de Yo vendí a crédito  y  yo vendí al contado.

Un estampa común en cada una de estas bodegas era encontrar colgando del techo uno o varios matamoscas, colgando del mostrador hacia la parte de adentro un cuaderno con un lápiz amarrado para anotar el fiado porque a pesar de los carteles había personas de confianza y con preferencias que si podían pedir fiado, a lo largo del mostrador los frascos bocones de vidrio con caramelos y dulces de varios tipos, azafates o bandejas con paledonia, macarrones, gofios y peppermint, y una parte reservada al chivo salado y el pescado salado, en un rincón del local se encontraba la pipa con un envase y un embudo para autoservicio del kerosén, casi todas detallaron el hielo que se vendía por pedazos de a locha y un medio este hielo se mantenía envuelto en saco de coleto en un cajón de madera al que se le echaba aserrín para preservar el frío y donde también se enfriaban los refrescos, las marcas que más se vendían en la época era La Kola Extra, Refrescos Gròn, Bidù, Orange Crush Pepsi Cola y Coca Cola, años mas tarde apareció La Frescolita.(de cada una de estas marcas hay algo que contar que también forma parte de las vivencias y recuerdos en el barrio y barriadas de Coro en cuanto a: los distribuidores, concursos, promociones y campañas de lanzamiento que haré una reseña aparte para recordarlas).

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