martes, 7 de julio de 2020

LA INDUSTRIA DE LA ALPARGATA EN CORO,


Con el fin de evocar y traer al presente los recuerdos, costumbres, personajes y vivencias de la ciudad que nos vio nacer y crecer y como objetivo el de darlos a conocer a las nuevas generaciones que posiblemente desconocen de su existencia, el uso y beneficios de algunas cosas que con el paso del tiempo y el progreso han caído en desuso y solo permanecen almacenados en algún lugar de la mente, hoy compartiré sobre:
LA INDUSTRIA DE LA ALPARGATA EN CORO,

Desde décadas anteriores a los años 50 La Alpargata fue el tipo de calzado utilizado no solo por la clase campesina y gente humilde que usaba la más económica elaborada con suela de caucho y un corte de color negro con dibujos genéricos en blanco, sino  también por miembros de la elite y sociedad Coriana de la época que usaban la más estilizada elaborada en suela y cortes con variedad de diseños y coloridos, lo que trajo como consecuencia que a partir de los años 50 el trabajo artesanal que se venía realizando se convirtiera en una próspera industria que crecía aceleradamente generadora de empleos y movimiento en el comercio que vendían los ovillos de hilos en variedad de colores, los triángulos metálicos y de madera, las agujas, las hormas para el montaje, las cuchillas y demás materiales e implementos para el funcionamiento de esta actividad, así como la distribución al mayor y detal del producto terminado

En Coro existieron varias alpargaterías de las que recuerdo las ubicadas en el barrio Las panelas, barrió Curazaito, calle El Porvenir, calle Brión y calle Monzón generando gran cantidad de empleos tanto en la confección de la capellà como en la fabricación final que intervienen el maestro alpargatero,  el cortador, el montador y finalmente la distribución y ventas.

Mi mamá al igual que muchas vecinas del barrio se dedicó en algún momento a la elaboración de cortes y pegado de taloneras de alpargatas, fueron muchas las personas que a diario se incorporaban,bien tejiendo montando, cortando o vendiendo alpargata, 
las señoras se dedicaban al tejido del corte, la capellada y talonera en triángulos de hierro o madera según las medidas o tamaños de las alpargatas las que se elaboraban con hilo negro de base y se le incrustaba hilos de varios colores produciendo una variedad de coloridos diseños o simplemente  dejaban en negro, una vez completados los cortes se vendían por docenas a las fábricas, estas a su vez pagaban por unir el corte y la talonera  a través de una cinta o fajita que se tejía ya montada en una horma de madera que las había de distinto tamaño o de la fábrica las enviaban ya montada sobre la suela para unir corte y talonera.

La suela solía ser de goma o de suela, la goma utilizada era la banda de rodamiento de los cauchos para vehículos a los que se le retiraba el aro y se cortaba dándole la forma de la suela con plantillas numeradas de acuerdo al tamaño que se fabricaba, igualmente sucedía con la suela que se remojaba y se procedía a cortar por expertos cortadores que utilizaban una cuchilla súper afiladas para este fin que a su vez los hacía peligrosos y famosos por andar armados sobre todos los fines de semanas que después de laborar compartían en algún bar del barrio.

Las alpargatas suela de goma eran las más comunes populares y baratas, se usaban a diario y se conseguían a la venta en cualquier bodega del barrio, mientras que las de suela eran más elegantes, mas coloridas y más caras se exhibían colgadas en una cuerda o alambre de un punto a otro en el local o pegada a la pared lo que le daba un colorido a esa parte del negocio, se conseguían en el mercado o vendedores ambulantes que recorrían las calles del barrio y hasta habían negocios que eran famosos casi exclusivos para comprar alpargatas por su calidad y colorido como la Bodega de Quimito en la calle Ampìes con Democracia o la de Abigail Aguilón en la calle El Sol con Bolívar y la bodega San Nicolás de Guillermo Faneite, se compraban por números que iban del  #1 para niños hasta el # 5 la más grande para adultos, los precios para la época los recuerdos entre Bs1,50 las de goma hasta Bs.3,50 las de suela.
Los fines de semana, era común ver como cualquier vecino luego de regresar de su trabajo un sábado por la tarde lucia su pantalón de kaki marca RUXTON traído de Curazao por algún Veleño que los comercializaba o un pantalón de lino muy bien planchado combinado con una buena camisa almidonada y planchada de forma impecable  y se colocaba sus alpargatas de suela y salía de parranda, para el cine o a visitar a la novia.
Imagen elaborada como referencia
También se conseguían de muy buena calidad Alpargatas traídas de Barquisimeto, y las de Churuguara que eran famosas por la calidad de la suela y la variedad de diseños y colorido de los cortes
Con la llegada de las zapaterías a mediados de los 60 más o menos su consumo fue bajando siendo sustituidas por el calzado de cuero y zapatos de corte deportivo.
Rafael Lara                                                                   
Agradezco las correcciones y aportes como nombres de algunas fábricas, maestros alpargateros, fotos de personajes relacionados y fabricantes en otros barrios de Coro y en pueblos de la sierra para enriquecer esta nota

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